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Nunca te olvido; te recuerdo con todos mis sentidos. Cuando pienso en ti, me inundo de sentimientos como un aguacero en la pampa, quedándome empapado de tus recuerdos. ¿Fui feliz? ¡Claro que sí, y mucho! Con poco, pero lo justo.
Amanecer en la conga no es más que subir a lo más alto para atrapar el sol 🌞 con las manos y calentar el paisaje. El aroma a neblina y hierba fresca, verde y mojada por el rocío, son manjares para las vacas lecheras. La leche espumosa es cálida como la vida misma, y el chorro de agua cristalina refleja la pureza de nuestros corazones ❤️, tan bondadosos.
El saúco añejo teje sus ramas sobre el gallinero, desde donde el gallo 🐓, encaramado en tu tronco, canta una y otra vez para dar la hora. Ya amaneció y, en bandada, las aves se lanzan en ruidoso vuelo para comenzar el día.
El fogón, mi amor eterno, emana calor y humo, haciéndome llorar, pero no me aparto con mi jarro de mote en mano, esperando el quesillo, los huevos pasados y el café maternal. Hay prisa, la escuela está lejos, el caldo verde quema, y su aroma me acompaña todo el camino. En cada rincón de aquel hogar, siento el latir de la vida y la calidez que dejaste impregnada en mi corazón. Gracias por ser mi primer hogar, mi refugio de amor y recuerdos invaluables. 🏡💖 #MiPrimerHogar #RecuerdosInolvidables #HogarEsDondeLateElCorazón